¿Tu hijo no quiere comer? Aquí la explicación y algunos consejos

El buen desarrollo en la vida de todo niño contempla constantes cambios desde sus primeros años de vida. Entre éstas variaciones, la alimentación es un factor sumamente importante que debe ser siempre motivo de seguimiento por parte de los padres.

Aunque parezca incierto, los bebés comen de acuerdo a su tamaño, incluso más que sus progenitores. Desde luego, a medida que éstos van creciendo y se convierte en adulto, tarde o temprano comerán menos.

Siguiendo la línea anterior, se tiene que según expertos, los niños comienzan a reducir la ingesta desde el primer año de vida. Por ejemplo, un niño de 1 año puede comer una cantidad específica y al segundo año, la velocidad de crecimiento afectará gradualmente su hábito de ingestión teniendo como resultado la disminución del consumo en la etapa de su desarrollo.

Hasta cuándo siguen los niños sin comer

Digamos que es una cuestión relativa, el cuerpo humano adquiere características muy concretas en cada sujeto, razón por la cual los organismo de cada quien son distintos. En otras palabras, la cantidad de alimentos que requiere un niño aumenta cuando lo hace su masa corporal, y esto sucede alrededor de los seis años de edad, aunque como ya se mencionó es algo relativo y algunos niños de la misma edad y peso, comerán más mientras otros no lo harán tanto.

Otra variable a considerar está en proporción de lo que piensa cada padre y madre con respecto al comportamiento gastronómico de su hijo. En ese sentido, habrá madres conformes con los alimentos que consume su niño, mientras otras esperarían que además de un primer plato le siguiesen otros más, en el entendido que ese tipo de ingestas son sinónimos de buena salud. Sin embargo, en estos casos resulta importante dejar a los niños actuar conforme a sus propias necesidades fisiológicas.En atención al aspecto anterior, los padres deben ser orientadores en todo lo concerniente a su formación integral y desarrollo. En este sentido, lo alimentario no escapa a estas responsabilidades y su conducta futura dependerá en grado primero, de la guía que un padre proporcione a su hijo. Por esta razón proporcionaremos a los padres 5 consejos prácticos para educar correctamente a sus hijos, en función de sus hábitos alimenticios:

1. Crea un ambiente agradable: la comida debe ser entendida como un momento familiar en el que cada miembro de la familia se sienta a la mesa para compartir e interactuar. Por este motivo, el ambiente debe ser el más agradable posible, especialmente para los niños que se encuentran precisamente en la etapa de aprendizaje y los modales son fundamentales. Omite los comentarios desagradables y los reclamos en ese momento.

2. Cambia su percepción de la cantidad de comida: como ya se ha mencionado, da al niño la cantidad de comida en función de su edad. Sirve su comida en un plato más grande, para que el niño perciba que tiene menor cantidad.3. Fomenta su autonomía: no lo hagas dependiente de ti, así que ponlo a efectuar actividades de forma autónoma como, poner la mesa, dejar que se sirva y que coma lo que desee que esté en la mesa servida.

4. Enséñale a comer en familia: comer en familia es también asimilar los hábitos alimenticios, los buenos modales y comportamiento de los adultos. Es la etapa del niño en que todo lo observa, así que es propicio que él aprenda lo mejor que su familia le pueda ofrecer.5. Fomenta la alimentación equilibrada: se mencionó lo importante de fomentar su autonomía, aunque ello significa que debe contar siempre con la orientación de sus padres y otros miembros mayores de la familia, para seleccionar los alimentos sanos de tal modo que represente una dieta balanceada.

La alimentación es uno de los aspectos más importantes en el desarrollo de un niño, a tal punto que influye en su desarrollo físico y psicoemocional. Por este motivo resulta fundamental que los padres refuercen su formación conductual con adecuados hábitos alimenticios que redundarán en un niño saludable y socialmente adaptado en su entorno de desempeño.