Reglas para ser un buen copiloto en un viaje. II Edición

En la continuación de uno de nuestros últimos artículos sobre las las reglas para ser un buen copiloto, habíamos desglosado ya las cinco primeras, en la espera de que hayan sido de interés y sobre todo de utilidad para aquellas personas que en muchas ocasiones, les corresponde ser acompañante de viaje. De esta manera y sin más preámbulo, presentamos otros buenos consejos.

1. Ser utilero

Como copiloto deberás prestar atención a los detalles y proporcionar al conductor todas las cosas que le sean necesarias, a fin de que no descuide la conducción, como agua, comida, los lentes de sol, etc.

2. Evita las clases de manejo

Si hay algo que moleste a un conductor es que la persona a su lado le esté diciendo que hacer. Se supone que sabe lo que está haciendo, por cuanto es el que conduce. Si como copiloto le explicas como debe conducir, lo más probable es que pueda originarse un conflicto y no es lo que se desea en un viaje que debe ser placentero y para el disfrute.

3. Asume las manías del conductor

Otro aspecto a considerar es lo relacionado con las decisiones que tome el conductor, dentro de su vehículo, las cuales deberán ser respetadas. Fumar, colocar los pies sobre el tablero o sacarlos fuera de la ventana, entre otras cosas, son cuestiones que no debes hacer sin el permiso del dueño del vehículo. También se puede mencionar el hecho de no referir frases desafiantes como “nos estamos tardando más de lo debido”, “si fuero yo el que manejara” o asumir actitudes que pueden molestar al chofer.

4. Vela por la seguridad de todos

La seguridad es el aspecto más importante durante un viaje por carretera, sobre todo si tienen acompañantes que son niños y ancianos. El copiloto debe en este sentido prestar atención a las necesidades de estas personas y estar atento a que los niños se mantengan con el cinturón de seguridad. Si viajan con mascota, que tenga todo en orden y si tiene mucho tiempo en el vehículo, hacer una parada en un sitio para que estire las patas y haga sus necesidades fisiológicas.

5. Siempre disponible y capaz de asumir el mando

Si el recorrido del viaje es muy largo, es normal que el conductor sienta cansancio, por lo que sería una muy buena idea, que el acompañante pueda ayudarlo a conducir, siempre y cuando también tenga el correspondiente permiso. El propósito es evitar que la fatiga pueda ocasionar un percance que ponga en riesgo la seguridad de los ocupantes del vehículo.Dadas estas diez reglas básicas para toda aquella persona que esté acompañando al conductor, se debe decir que lo importante es que se haga un viaje placentero y con mucha alegría, por cuanto es el preludio de una estancia que debe ser agradable para todos los viajeros, cualquiera haya sido el motivo del recorrido.