Mellizos sufriendo el abandono y descuido de sus progenitores.
Desde los comienzos de la humanidad, el mal no se hizo esperar. Atrocidades de todos los tipos han embargado los libros de historia, la literatura y el arte. Ciencias que expresan lo terrible que puede llegar a ser el ser humano. Y no tratan de ficción específicamente, sino de la crueldad del hombre que se aleja de su esencia, la cual es el amor y la racionalidad. Dos dimensiones que deben orientar en todo momento sus acciones y decisiones. Y cuando dichas maldades son realizadas por los propios padres, sin duda que la convierte en más deplorable y grave. A continuación, una horrible acción, que nunca debe suceder o repetirse.
En Kamchatka, Rusia, una joven pareja, padres de dos hermosos mellizos, una niña y un varón, salieron durante cuatro días de fiesta, a pesar que dicha ciudad está en cuarentena, dejando a ambos bebés solos y encerrados en casa, sin atención y sin los cuidados correspondientes que ameritaban los niños de cuatro meses de nacidos. Por supuesto la tragedia era inevitable. Uno de los bebés murió y el otro está bastante complicado en el hospital.
La madre, Margarita Yanayeva, de tan sólo 23 años de edad y el padre, Alexey de 35 años sabían que lo que hacían no era nada bueno. Es por ello que cuando el grupo de amigos con los que compartían en la fiesta preguntaron por los mellizos, ellos respondieron que estaban hospitalizados por estar contagiados con el nuevo coronavirus, sin duda alguna, otro hecho que da mucho de qué decir.
La abuela de los niños, previendo una extraña situación, ya que nadie le atendía el teléfono durante esos cuatro días, decidió acercarse a la casa. Encontrándose con aquella triste y terrible escena. Enseguida llamó a la policía y trasladó a los mellizos al hospital (penosamente, cómo se mencionó, ya uno había fallecido). Es importante destacar que la pareja, según las investigaciones, no los dejó a cargo de nadie. Eran conscientes que quedarían solos, sin preocuparse por su higiene, su integridad, su salud, y su alimentación. Aparentemente, tenían alguna intención de que ocurriera lo peor.
Los padres de los niños fueron acusados de asesinato, fallar a sus deberes parentales y exponer a sus hijos a múltiples peligros. Si el sistema penal de Rusia los encuentra culpables, que es lo más seguro, pueden pagar una pena de hasta 20 años de cárcel.
Son noticias que indignan a la sociedad más coherente y con un poco de sentimientos. Sin duda que la conexión sanguínea que poseían hace que todo resulte más crudo y difícil de creer. Esperamos que otra tragedia así no se repita más en la historia humana.