La cuarentena sólo fue una medida tomada por pánico.

El año 2020 ha estado rodeado de obstáculos y retos para la ciencia a raíz del brote del virus del COVID-19. Hoy en día muchos expertos debaten y hacen esfuerzos para lograr una solución efectiva que logre acabar con ésta pesadilla que ha originado la pandemia. Como medida de prevención y seguridad, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha sugerido una serie de medidas para la población que se han venido cumpliendo desde hace varios meses en la mayoría de los países, quizás la más drástica de éstas es el confinamiento indefinido.

Michael Levitt, uno de los pilares de la ciencia desde hace muchos años, ha criticado el plan de acción de los Gobiernos para combatir la pandemia. “Creo que las cuarentenas no salvaron ninguna vida”, dijo el sábado en una entrevista con The Telegraph. “Creo que pueden haber costado vidas. Habrán salvado algunas vidas en accidentes de carretera y en cosas así, pero el daño social por el abuso doméstico, los divorcios, el alcoholismo, ha sido extremo. Y además están los que no fueron tratados por otras enfermedades”.

La razón de su juicio es que precisamente esa medida sólo generaría atraso y sería innecesaria, pues indica en su comunicado que ésta acción no habría cambiado en nada los efectos de los contagios si la sociedad y el gobierno hubiesen desarrollado un plan organizado de convivencia. El científico piensa que con algunas recomendaciones y medidas de seguridad específicas, tales como el uso de mascarilla y el hábito higiénico constante, se habría obtenido el mismo resultado en términos sanitarios, además de reducir los costos y la crisis que se vive actualmente.
“Creo que el verdadero virus fue el virus del pánico”, afirmó. “Por razones que no me quedan claras, creo que los líderes entraron en pánico y la gente entró también, y creo que hubo una gran falta de discusión”.

El científico ganador de un Premio Nobel de Química en 2013 y que actualmente trabaja incansablemente en su laboratorio de biología estructural en la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, sostiene su idea y apunta especialmente contra Neil Ferguson quien era el principal asesor del Gobierno británico desde los principios de la pandemia, y que escribió junto a otros colegas un paper que pronosticaba un escenario terriblemente devastador para la humanidad con la muerte de miles de personas en el Reino Unido en caso de que el Gobierno no implementara la cuarentena. Con el tiempo, el mismo Ferguson tuvo que dejar su cargo después de que se supiera que había incumplido con las mismas reglas que él había sugerido desde un principio, al recibir la visita de su amante en su casa en dos oportunidades.
“Cuando vi la sesión informativa (de Ferguson) me quedé sorprendido. Era la tasa de mortalidad de un año, el doble de la normal. Cuando lo vi, dije inmediatamente que estaba completamente equivocado. Creo que Ferguson la sobreestimó 10 o 12 veces. Deberíamos haber visto de China que un virus nunca crece exponencialmente. Desde el primer caso, el crecimiento exponencial en realidad se desacelera muy dramáticamente”.

El científico se refirió a cómo vive la pandemia, pues a su edad podría representar un alto riesgo en caso de contraer el virus, y afirma que “Tengo 73 años y me siento muy joven. No me importa el riesgo en absoluto. A medida que envejeces, el riesgo de morir por una enfermedad es tan alto que es el momento de comprar una motocicleta, ¡de ir a esquiar!”.