El coronavirus muta lentamente y esperanza al mundo.
El mundo entero sigue viviendo un clima de tensión al no poder controlar la pandemia que ha originado el coronavirus desde hace ya algunos largos meses. Algunos gobiernos ya están llevando a cabo protocolos de seguridad para flexibilizar la cuarentena y lograr retomar algunas actividades pero, sin duda éste fenómeno es muy contagioso y esto sólo podría traer más consecuencias, especialmente en los países donde el sistema sanitario es muy frágil. Sin embargo, según un estudio dirigido por la Universidad Johns Hopkings ha compartido muy buenas noticias para la sociedad a través de una comparación realizada en la evolución del virus en todo el mundo.
En algunos países el efecto del coronavirus ha sido muy severo, amenazando al sistema sanitario que ha hecho lo imposible por frenar ésta terrible enfermedad que ha dejado millones de personas contagiadas y cientos de miles de muertos, pues como todo virus, éstos sufren cambios en su genoma a medida que replican al interior de las células que infectan, fenómeno que comúnmente se conoce como mutación. Así mismo, en el caso del Sars-CoV-2 que causa la enfermedad Covid-19, muta pero no tanto como la influenza y, los cambios que se han analizado hasta ahora no son significativos, lo que podría ser un alivio para la sociedad, puesto que sería más fácil controlar un virus estable que tener la garantía de alguna vacuna y posteriormente la eficacia de la misma para combatir la enfermedad.
Según Peter Thielen, biólogo molecular del Laboratorio de Física Aplica de la Universidad Johns Hopkins, «diseñar vacunas y terapias para una sola cepa es mucho más sencillo que un virus que está cambiando rápidamente».
Thielen afirma que, el virus influenza que también estudia, tiene muchas formas de cambiar y lo hace en cada temporada de gripe. “El Sars-CoV-2 es casi lo opuesto hasta ahora: está cambiando lentamente y debido a que no existe inmunidad al virus, no tiene ninguna presión evolutiva para cambiar a medida que se propaga a través de la población”.
Ésta noticia es una muy buena ventaja para el desarrollo de una vacuna, ya que todos los ensayos clínicos se basan en la proteína S que está en la superficie del virus, y al no mutar tanto éste, podría ser mucho más fácil su control. “El que por ahora el virus no cambie drásticamente en regiones importantes del genoma, es bueno porque significa que la estrategia sigue siendo útil”, insiste Rafael Medina, virólogo y profesor asociado del Departamento de Enfermedades Infecciosas e Inmunología Pediátrica de la Universidad Católica de Chile.
Esperemos que el avance de la enfermedad transmitida por el Covid-19 logre llevar a una solución lo más pronto posible y dejar éste virus a la historia.