¿Cómo cuidar a tu gato en la época invernal?

El cambio de estación hace que varíes tu alimentación, la ropa que luces y que adaptes parte de tu rutina. Sea verano o invierno, también  deberás cuidar a tu gato para que este protegido.

Seguro has notado que tu gato disfruta excepcionalmente darse un baño de sol. En efecto, les encanta el verano. Al contrario, la época invernal les afecta porque son muy sensibles a las bajas temperaturas.
De hecho, son propensos a padecer hipotermia y a pescar un resfriado. Los resfríos en los felinos evolucionan con suma facilidad a cuadros más delicados. Tus cuidados harán la diferencia para que sea una época feliz también para él.

¿Cómo cuidar a tu gato en la época invernal?

El primer paso será planificar una visita veterinaria previo al descenso de las temperaturas. Es recomendable que tu minino tenga todas sus vacunas actualizadas.

Un chequeo general ayudará a que tu gato esté listo para el cambio de estación. Es crucial que cuides su alimentación para que sus defensas estén altas y sea menos propenso a enfermarse.

También se presta para una desparasitación rutinaria. Pide consejo sobre cómo puedes estimular tanto mental como físicamente a tu felino.

Cuídalo desde su plato

La alimentación siempre tiene un rol crucial en la salud. De cara al invierno le ayudará a mantenerse su calidez corporal, por eso tendrá mayor demanda de energía. Esto es esencial para cuidar a tu gato.

Una nutrición balanceada permitirá que tu minino mantenga su fuerza y esté saludable tanto a nivel físico como mental. Los felinos ancianos o cachorros precisan más atención por su fragilidad ante el descenso de las temperaturas.

Puedes asesorarte con tu veterinario sobre dietas acordes a su salud, tamaño y edad. Atrévete inclusive a preguntarle por suplementos vitamínicos naturales para robustecer su sistema inmune.

En invierno, los felinos tienden a tomar menos agua así que presta especial atención a que tome agua. De lo contrario, corre el riesgo de deshidratarse. ¿No consigues que tome agua?

¡Ofrécela en su comida! Opta por alimentos húmedos para que tenga los líquidos que necesita.

¡Jueguen sin parar!

Estar en movimiento ayuda a que todos entren en calor. Así que será excelente para que tanto tu gato como tú estén calientitos, mientras afianzará y estrechará los lazos que comparten.

Ambos se tornarán más afectuosos y alegres, mientras cuidan su salud. Además, el ejercicio servirá para que esté sediento y, por tanto, para que se hidrate como corresponde.

Siempre que puedas, permite que los rayos del sol entren a tu hogar. Será un momento para que ambos tomen un baño de sol, aprovechen juntos su poder antidepresivo.

Prepárale una casa o refugio

Si tu gato se distingue por su pelaje abundante, grueso y largo agradecerá un sitio calentito para su siesta. Echa un vistazo a las opciones del mercado, encontrarás varias camas para gatos que son térmicas.

Puedes apelar también a cobijas térmicas para gatos ancianos o con artritis. Hay múltiples estilos de refugios o casetas para mininos en el mercado. Revisa que cuenta con una cama a manera de cueva para que juegue y descanse.

También sería sano que tuviese un escondite. Es infaltable una caja de cartón de esas que tanto aman los felinos, complementa con una manta. La diversión es infaltable, incorpora sus juguetes predilectos.

Colócala en una habitación bien iluminada para que aproveche la luz natural. Evita áreas cercanas a ventanas o puertas porque entrarán corrientes de aire. Claro, si el minino carece de un refugio acudirá a su sitio predilecto para la siesta: tu abdomen.

Así aprovechará tu calidez corporal que le brinda un sentimiento de seguridad y comparte contigo. ¡Muchos beneficios en un único sitio para la siesta!

Un abrigo para tu felino

Si tu minino carece de pelaje o es poco abundante, ¡dale el calor que merece con un buen abrigo felino! Escoge aquellos que sean hipoalergénicos, nada de botones o adornos.

Recuerda que puedes desprenderse y los gatos se distinguen por su curiosidad. Es importante que tomes las medidas de tu compañero gatuno para que escojas uno de su talla.

Dale tiempo para que pueda adaptarse a su segunda piel. Está atento, si se muestra especialmente incómodo retíralo.

¡Ahora estás listo para pasar un invierno inolvidable y sin percances con tu amado gato!