5 claves para lograr que un perro sea obediente
Para poder disfrutar de una convivencia sana y tranquila entre una persona y un perro, es importante que el perro esté educado para obedecer a ciertas órdenes humanas esenciales. Desde luego, hay razas de canes que son muy tranquilos y obedientes pero, la mayoría son por naturaleza muy inquietos y curiosos. Esto se debe abordar con mucha empatía y constancia, ya que es algo complejo más no imposible de lograr. En esta ocasión, resumiremos en cinco pasos fundamentales la forma adecuada de lograr que un perro sea obediente. ¡Toma nota!
Paso 1: Empatía y conocimiento como punto de partida
La desobediencia de los perros es un problema complejo, así que tendremos que analizar muy bien en qué situaciones específicas el animal se comporta de manera irregular. Esto podría deberse a numerosas variables, así que debemos tener mucha empatía para resolverlo.
Lo primero que debemos considerar en este caso, es que ningún perro se comporta mal por capricho. La indisciplina puede estar relacionada con el miedo, la inseguridad, malas experiencias vividas en el pasado, una educación inadecuada o la ansiedad por separación, y aunque no hay una fórmula mágica que sea efectiva para todos los perros por igual, lo más conveniente será descubrir quién es, cómo se siente y cómo reacciona ante las situaciones para tratar de buscar un por qué. Ten en cuenta que la raíz del conflicto puede estar asociada con un trastorno importante que deba ser atendido por un especialista veterinario o bien, un etólogo.
Paso 2: El necesario vínculo humano-perro
Cuando se establece un vínculo entre el animal y la persona, basado en el entendimiento y el respeto, la relación entre ambos es reconfortante y de plena confianza. Por otro lado, los canes siempre se muestran colaboradores, así que si nuestro compañero se muestra rebelde cuando intentamos ordenarle algo, debemos pensar que algo está fallando en mencionado vínculo. En ese caso, lo más recomendable es pedir apoyo de un etólogo en conducta canina, y que sea éste quien determine en qué punto concreto del vínculo falla la relación a la hora de que el animal no atienda nuestras peticiones. «Detrás de la desobediencia canina, suele esconderse una falta de comunicación y entendimiento entre humano y perro«.
Paso 3: Enséñale a acudir a tu llamado
Este aspecto es fundamental, y es que si en una determinada situación de riesgo el animal no atiende al llamado de su tutor, podría poner en peligro su propia seguridad, ya que está presente el riesgo de que se pierda en cualquier momento y algo negativo le suceda.
Tips para dar las primeras lecciones de obediencia:
- Lo más idóneo es que el can empiece a acudir a tu llamada desde que es un cachorro, pues en esta etapa los cachorros son similares a los niños: asimilan todo rápidamente.
- Dale a tu can la orden clara, preferiblemente acompañada de un gesto (indicando con un dedo a dónde quieres que vaya). Llámale y dile «Ven» (seguido del nombre del animal).
- No agobies a tu perro, pero tampoco descuides el proceso. Ensaya todas las veces necesarias hasta cierto límite y premia a tu perro. También puedes acariciarlo y expresarle verbalmente que lo ha hecho muy bien.
“El hecho de que tu perro acuda a tu llamada muestra que está bien educado y que mantiene un vínculo de confianza contigo”.
Paso 4: Dándole las órdenes de «quieto» o «sentado»
Se deben establecer ciertos límites para que el animal entienda lo que debe y no debe hacer, pues quererlo no significa que permitiremos que haga todo lo que quiera. En este sentido, será crucial enseñarles las órdenes esenciales: la de «quieto» y «sentado».
- Cuando le digas «quieto«, muéstrale la palma de tu mano extendida.
- Al ordenarle «sentado«, indícale con uno de tus dedos índices justamente en el lugar donde quieres que éste se siente.
Es importante que des las órdenes con voz firme y segura. También recuerda darle premios de vez en cuando por su buen desempeño.
Paso 5: Adiestrando a tu perro para caminar con la correa
Por último, debemos enseñar a nuestros perros a movilizarse con su correa. Es normal que al principio éste tolere de mala gana este accesorio y quiera tirar de ella a cada momento, así que el paseo puede ser un poco estresante para ambos.
Para evitar este tipo de situaciones, te presentamos algunas pautas:
- Elige la correa y collar que mejor se adapte a tu perro, con los que éste pueda sentirse cómodo.
- Si tienes un cachorro, lo mejor que podrías hacer es ir acostumbrando al animal a estos accesorios desde casa. Luego, cuando no les inspire rechazo, podrás pasearlos en la calle con mayor comodidad.
- Procura que el perro camine siempre de tu lado, sin cruzarse delante nuestro, ya que será molestoso para ambos estar recolocándolos a cada momento.
- Evita los tirones con la correa. En lugar de ello, cuando se presente alguna situación irregular, la forma correcta de actuar es deteniéndose y dar las órdenes de «para» o «quieto». Luego, cuando se tranquilice, bríndale algún snack para que asocie su premio con su comportamiento positivo. Después pueden seguir caminando tranquilamente.